Al yaqui se le educa para servir al pueblo y, en caso de obtener algún cargo de autoridad, debe «mandar obedeciendo los preceptos del pueblo». Este legado ancestral, forma parte de los conocimientos milenarios, adquiridos y transmitidos vía oral, preservándose en la memoria colectiva. Por eso, en todas las comunidades yaquis se reconoce a los ancianos como autoridad moral, y a sus palabras como sabias: se les escucha, respeta y obedece[1].
Uno de los juramentos más emblemáticos y conocidos dentro y fuera de la tribu, es el juramento de capitán a la milicia y pueblo yaqui. En él se concentra gran parte del deber ser en relación con las creencias culturales de grupo.
Durante la evangelización, en el aspecto político se incorporó la creación de cargos civiles y militares, cuyas funciones eran parecidas a las existentes dentro de los pueblos españoles. Los primeros se constituían por un gobernador, alcalde, alguacil, fiscal y topil, responsables de vigilar la organización para el trabajo y el orden dentro de las misiones; mientras, los militares quedaban integrados por un capitán de guerra, alférez, sargentos, cabos y soldados. Su función era vigilar las misiones de posibles invasiones de seris o apaches[2]. Después de la expulsión de los jesuitas de todo territorio español en 1767, la tribu asumió una total autonomía respecto a su vida religiosa y su organización política, pero se mantuvo gran parte de la estructura formada por los jesuitas, esta forma de gobierno fue tal vez el legado más importante de los religiosos.
Por lo tanto, es posible identificar una estructura interna de gobierno con dos principios básicos: el primero a partir de una combinación de la autonomía bajo el poder de Dios; la santora, constituido por las imágenes que se encuentran en el interior de las iglesias; de los ya’uram, «gobernadores yaquis consagrados» y el del puepplom o «pueblo». El segundo principio se fundamenta en la resolución de problemáticas mediante el acuerdo y consenso[3].
Teocracia
La autoridad religiosa se encarga de diversos asuntos, no sólo los relacionados con el culto. La integran: el Temastimol o «temastian» y el maestro kapia. Actualmente la máxima autoridad en la toma de decisiones recae en la iglesia, por medio de la figura del maejto principal.
Los temastianes, originalmente fueron acompañantes de los jesuitas, sirvieron en un principio como padrinos de aquellos que habrían de bautizarse y fungieron como catequistas de la población. Tras la expulsión de los jesuitas, la más alta figura de autoridad religiosa fue puesta en ellos. Actualmente su rango equivale al de un obispo y preside las ceremonias más importantes de la tribu [4].
Cabe señalar que el nombre temastián no es una derivación de sacristán sino un préstamo del náhuatl. Por lo que existe una alta posibilidad de que este sincretismo en particular no provenga de la doctrina jesuita-yaqui, sino náhuatl-yaqui[5].
Durante los siglos XX y XXI los temastianes han tenido como auxiliares a los maistros, quienes se hacen cargo de algunas ceremonias menores y presiden los cantos durante las celebraciones religiosas; la autoridad que ejercen es semejante en funciones a la de los sacerdotes católicos. Otro cargo eclesiástico es la figura del Piscal mol, quien es el catequista de la comunidad; se encarga de enseñar la doctrina y valores yaquis a niños y jóvenes [6].
Por su parte, la participación de la mujer dentro del organigrama religioso se encuentra en la incorporación de la cantora, quien obedece al cumplimiento de una manda. Actualmente ellas son una parte medular de la jerarquía religiosa y política, debido a que son ellas quienes deciden en última instancia si un rito se realiza, en qué lugar, de qué manera y en qué medida. Las cantoras no formaban parte de la estructura propuesta por los jesuitas.
Gobierno tradicional
Es la máxima autoridad civil y está formado por cinco Kobanaom «gobernadores» y un Pueblo Mayor quien preside a los basariom, un grupo de ancianos y ex gobernadores que forman parte del consejo hasta su muerte; ellos representan la voz del pueblo y se aseguran de preservar las tradiciones. El consejo se reúne junto con los gobernadores una vez por semana en la komunila, considerada como «la segunda Santa Iglesia».
Los tres poderes están personificados por el gobernador como ejecutivo; el pueblo mayor como legislativo y el capitán el judicial. Se cree que la forma de estructurarse proviene de Cajeme, posiblemente al conformar las guardias después de los enfrentamientos contra Pesqueira; también instituyó las guardias y la palabra tropa para referirse al contingente yaqui.
La komunila es el recinto oficial del mando tradicional, donde tienen lugar las reuniones dominicales presididas por el gobierno civil, la tropa militar, la religiosa y el pueblo. En ese lugar se llevan a cabo sesiones abiertas en donde todos, hombres y mujeres, deliberan para resolver los problemas que les afectan; una vez llegados los acuerdos, les corresponde a los gobernadores tradicionales servir como interlocutores con las altas autoridades estatales y federales[7].
El cambio de gobernadores se realiza el día seis de enero en cada uno de los ocho pueblos. Para esta ceremonia, el llamado tampaleo señala el comienzo y la conclusión e invita con el sonido de su tambor a la comunidad para una reunión ordinaria. Es el cargo de mayor jerarquía dentro de la autoridad militar, luego le sigue el de alpes, encargado de la bandera de color azul perteneciente a las autoridades durante la misa de los domingos y en las fiestas donde participen estas.
A mediados del siglo XX, específicamente durante la administración federal de Lázaro Cárdenas (1934-1940), se da el reconocimiento por parte de las autoridades del Estado mexicano al sistema de gobierno tradicional, no sin antes tratar de tener alguna injerencia en la toma de decisiones. Posterior al cardenismo, la tribu yaqui instauró la figura de ji´ojtereo o «secretario», mismo que ostenta el cargo de forma vitalicia y no de un año como todos los demás. Él se encarga de escribir los documentos oficiales del pueblo, servir de intérprete en reuniones de gestoría o cuando se llevan a cabo los discursos oficiales, pero no tiene capacidad de decisión y su función sólo se ejerce en reuniones ante extraños al grupo, mas no ante los yaquis.
Otra figura de gobierno que se intentó instaurar por la Secretaría de la Reforma Agraria es el conocido como Comisariado de bienes comunales, pero fue rechazada y sus funciones se incorporaron al de las autoridades tradicionales[8].
La kojtumbre ya´ura
Esta autoridad ritual proviene desde la época prehispánica, y se desarrolló durante la Colonia, así como en el México independiente. Su estructura es semejante a la militar, por lo cual algunos grados de mando tienen nombre castrense indicando su jerarquía dentro del grupo; está compuesta por: pilatos, capitanes, tenientes, sargentos, cabos, tambuleros, flauteros y soldados.
La kojtumbre ya´ura funciona exclusivamente durante las festividades de Cuaresma; en ella asume la totalidad del poder y responsabilidad del gobierno tradicional. Entre sus funciones está mantener el orden dentro del pueblo y vigilar que las ceremonias civiles, políticas o religiosas se lleven a cabo con estricto apego a las costumbres de la comunidad.
Jiak Bantea / Bandera Yaqui
Simbolismo de colores e íconos:
Azul: orgullo, vigor y valentía de la raza.
Teweli: wa jiak emo ouliwame.
Blanco: la pureza y nobleza de la raza.
Tosali: wa tu´u jiapsiwame into emo yo´oriwame.
Rojo: es la sangre derramada por los padres y abuelos en defensa de la soberanía.
Sikili: wa itom yoyowa ojbo wo óti. Itom bwia jin´neu betchi´ibo.
Sol: padre Dios, creador del mundo y de todas las cosas.
Ta´a: itom achaí. Waka itom aniapo si´imeta ya´alame.
Luna: Diosa madre que ilumina el camino en el universo.
Me´echa: itom a´e waka itom bo´o tachiriame.
Cruz: la nueva religión espiritual.
Kus: itom bemelasí suale´u.
Estrellas: son los espíritus de los ancestros que vigilan nuestro territorio.
Chokim: itom yoyo´owam koko subin sukaum itom bwia sua.
Referencias
1 Comisión Presidencial de Justicia para el Pueblo Yaqui. (2020). Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui. Ciudad de México: Secretaría de Gobernación. p. 20. Recuperado de https://www.inpi.gob.mx/gobmx-2021/Plan-de-Justicia-del-Pueblo-Yaqui.pdf
2 Restor Rodríguez, María M. (2017). La identidad yaqui y el agua En Conflictos por el agua y alternativas en los territorios indígenas de México. Jiutepec, Morelos: Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. p. 88. Recuperado de http://repositorio.imta.mx/handle/20.500.12013/1839
3 Ibid., p. 136
4 Padilla Ramos, Raquel. (2020). La gran fe de las “mil prácticas grotescas”: una mirada general a la organización religiosa y política de los yaquis En Noroeste de México, (2). p. 118. Recuperado de http://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/issue:3036
5 Olavarría, María Eugenia. (1995). Creatividad y sincretismo en un ritual yaqui En Alteridades, Vol. 5 (9). p. 72. Recuperado de https://www.redalyc.org/articulo.oa?Id=74711352007
6 Padilla Ramos, Raquel. op. cit., p. 120
7 Restor Rodríguez, María M. op. cit., p. 137
8 Ibid., p. 138
Diseño y dirección general del proyecto. Mirko Marzadro (ITESCA)
Dirección ejecutiva del proyecto, diseño y desarrollo de software. Olavo Rojas Vega (Redescubramos Sonora A.C.)
Catalogación. Felipe López Valentín (Redescubramos Sonora A.C.)
Investigación, curaduría y redacción
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Mirko Marzadro
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Imágenes
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Fotografía
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Coordinador de Patrimonio Cultural del Estado de Sonora. Francisco Ramírez Arroyo
Responsable del Museo Étnico de los Yaquis. Reyna Lourdes Anguamea Buitimea
Directora General del Instituto Tecnológico Superior de Cajeme. Martha Patricia Patiño Fierro