Distrito de Álamos: centro y sur

Descripción

Para la lectura del presente mapa podemos guiarnos por dos antecedentes principales: el primero es la expedición del Decreto de colonización y compañías deslindadoras el 15 de diciembre de 1883, el cual, sería fue ejecutado en el Distrito de Álamos por la Comisión Científica de Sonora (CCS, destacamento operativo de la Comisión Geográfica Exploradora), con la entrega de lotes para siembra y vivienda a vecinos de las colonias de Huatabampo, San Pedro, Cohuirimpo y Etchojoa en el Valle del Mayo. El segundo momento cronológico se encuentra en 1887, cuando los comisionados indígenas de los ríos Yaqui, Mayo y Fuerte, presentaron al presidente de la república su deseo para ser dotados con terrenos destinados a la agricultura. En atención a ello, el general Díaz dio la orden para que el personal de la CGE con sede en Xalapa, Veracruz, se trasladara a la entidad sonorense bajo las órdenes del coronel Agustín Díaz, para llevar a cabo “el trazo, fraccionamiento y reparto de terrenos entre los indígenas de los ríos Yaqui y Mayo”.

Los trabajos realizados por la CCS rindieron sus frutos. En la edición del periódico oficial La Constitución de 27 de octubre de 1892 se publicó la relación de los beneficiados con lotes de sembradura y solares para habitación de las colonias de Santa Cruz de Huatabampo, Cohuirimpo, Etchojoa y San Pedro. Los lotes de sembradura en el caso de la primera colonia fueron de 3.6 hectáreas. En la segunda, la extensión iba de 1.52 a 13.73 hectáreas. Los solares para habitación que se dieron en ésta y las dos últimas fueron de 10 áreas. El beneficiado con un lote para sembrar quedaba obligado a conservarlo bajo explotación durante cinco años consecutivos, tiempo en que no lo podría gravar, hipotecar ni enajenar. En ambos casos, el título se concedía de manera gratuita .

Sería hasta la etapa cuando Venustiano Carranza en su de encargado del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos, expidió el Decreto de 6 de enero de 1915, declarando nulas todas las enajenaciones de tierras, aguas y montes pertenecientes a los pueblos indígenas, otorgadas en contravención a lo dispuesto en la Ley de 25 de junio de 1856, esto porque también fue de la idea de que los indios habían sido despojados de sus tierras comunales y de repartimiento. Entonces, el procedimiento a seguir por parte de los pueblos indios era solicitar la restitución de sus tierras, siempre y cuando contasen con el título correspondiente. Si no lo tenían, debían solicitar la dotación de ejidos.

En la parte inferior izquierda del mapa se puede ver una nota elaborada a mano por el autor: “A mi fino amigo […] Antonio J. Torres jefe de la Comisión Científica de Sonora.