Croquis de la Sierra del Bacatete y del río Yaqui. Versión blanco y negro

Descripción

Croquis topográfico que abarca la zona montañosa de la Sierra del Bacatete y los valles que lo rodean: Guaymas, Agua Caliente y Yaqui. Contiene datos puntuales que registran la situación del ejército mexicano en la zona para la pacificación de los pueblos originarios, principalmente yaquis y mayos, así como permitir el deslinde de tierras y la colonización de éstas. La simbología señala:
• Fuerza federal existente
• Fuerza federal que se propone
• Fuerza federal de infantería
• Fuerza federal de caballería
• Fuerzas federales mixtas
• Fuerzas federales permanentes
• Fuerzas federales temporales

Además de ubicar destacamentos castrenses, el plano indica la topografía, hidrología, caminos principales y secundarios del valle, además de todas las poblaciones y ranchos. En términos orográficos, en el centro del croquis se trazó el macizo montañoso de la Sierra del Bacatete y los cerros situados entre la población de Buenavista y las comunidades del Valle del Mayo.

Los antecedentes para militarizar el Valle del Yaqui se remontan a 1885, cuando tras años de continuas insurrecciones yaquis se identificaron a los pueblos de Tórim y Pótam como “centro de sublevados”, por lo cual, cuando el presidente Díaz decidió llevar a cabo el proyecto para el trazo, colonización y reparto de tierras en los valles Yaqui y Mayo, se establecieron cuarteles en toda esta zona para garantizar el éxito de la campaña. Además, las derrotas sufridas por el ejército en los momentos iniciales de la operación, les mostraron qué sitios eran importantes dominar y tener el control territorial, de esta forma llegaron a considerar que la ubicación de Tórim era estratégica; desde el cerro Onteme podían establecer un puesto de vigilancia para observar toda la parte del río, comprendida entre el Médano y Cócorit, lo que representaría una garantía para todas las colonias, pues para afianzar la colonización y el desarrollo económico era ineludible dar seguridad a los colonos potenciales.

Así, en 1888, Agustín Díaz, jefe de la Comisión Científica de Sonora, informó al presidente Díaz la decisión para desarrollar el asentamiento de Tórim como colonia militar; este cuartel tendría bajo su jurisdicción Sonora, Sinaloa y Baja California; previamente la 1ª zona militar se encontraba en Mazatlán, pero fue desplazada por motivo de esta campaña en el Yaqui. Otras instalaciones militares indicadas en el plano que están dentro de los pueblos yaquis son las de Pótam, Bácum, Chumampaco, el Añil y Médano.

La concreción del proceso de colonización implicó en su mayoría la constitución de nuevos territorios, denominados colonias, pero en el Valle del Yaqui la colonización oficial porfirista no involucró la conformación de localidades nuevas, sino una especie de refundación de localidades preexistentes, las cuales en su mayor parte eran poblamientos yaquis que constituían los pueblos tradicionales de la etnia fundados durante la época colonial por los jesuitas. El plano señala los cuadrantes asignados a cada uno de los ocho pueblos yaquis: Cócorit, Bácum, Tórim, Vícam, Pótam, Ráhum, Huirivis y Belem.

El proceso de colonización se produjo al combinar tanto la participación directa del Estado como la participación privada, esta última aceleró la situación mediante la construcción de más infraestructura para riego, y la venta o renta a una escala mayor de la tierra deslindada, ejemplos clarificados en el plano mediante la indicación de cuatro canales principales para la irrigación, tres de ellos dentro de las áreas encuadradas por las colonias agrícolas yaquis, y otro al sur de estas para el riego de 300 manzanas con extensión de 400 hectáreas cada una, pertenecientes a la Compañía de Irrigación Sonora y Sinaloa Irrigation de Carlos Conant Maldonado.